El fin del mercado disoluto: Por Alfredo " Loby" ANTONUCCIO . Comunicado del Bloque del FpLV provincial

UN TEMA ABSOLUTAMENTE ESTRATÉGICO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS INDICADORES DE LOS PRECIOS INTERNSO DEL MERCADO Y QUE INFIERE DIRECTAMENTE EL PBI DE UNA NACIÓN, ES El MANEJO Y COMERCIALIZACIÓN DEL GRANO ARGENTINO
Los ciudadanos merecen conocer de primera mano, cual es y porque la posición de en la legislatura bonaerense del esta “inicativa defensiva” de los derechos que apoyan el bien de las mayorías, hecho fundamental y necesario mas que nunca en el marco de una crisis financiera global ,que arribará sin dudarlo a nuestro suelo y ante la que es la primera obligación institucional del ejecutivo y el legislativo , oponer los recursos y la decisión necesaria para proteger el salario, el consumo y el empleo de todos los argentinos. Es por ello que los abajo firmantes hemos generado este comunicado, para conocimiento de toda la opinión pública:

Durante la semana previa al discurso presidencial, el corazón -o lo que sea que usen los defensores del privilegio campero- dio un salto: sospechaban que en el discurso inaugural de las sesiones parlamentarias 2009, la compañera Presidenta anunciaría la estatización de la jugosa renta agropecuaria. Ese temor –basado, más que nada, en conjeturas periodísticas- dio paso la publicación de agresivas y costosas solicitadas cuestionando lo que, en realidad, no se sabía si iba a suceder.
Y si bien Cristina Fernández de Kirchner no hizo el “aterrador” anuncio, eso no impidió a los más salvajes referentes de la oposición política criticar duramente lo que, en realidad, no había sido dicho. En realidad, el discurso presidencial destacó la necesidad de nuevos criterios ante la crisis financiera internacional. “No es justo –dijo- que se le diga a los docentes que no se les puede aumentar el sueldo pero al mismo tiempo le digamos al de más capacidad contributiva (que) no pague”. Más adelante anunció “nuevos instrumentos que nos permitan intervenir adecuadamente en la economía para preservar el trabajo y la generación de la actividad económica”. Y ese párrafo, lejos de entusiasmar positivamente, fue el que más asustó a los agraristas.
Lo que encrespa a los privilegiados del campo es algo aún más profundo, y que diferencia taxativamente al peronismo de cualquier liberalismo político y económico: el rol del Estado.
Desde el punto de vista histórico y doctrinario, el peronismo otorga al Estado la potestad no sólo de intervenir en la economía, sino hasta de hacerlo desde un rol hegemónico y hasta monopólico, si ello es en defensa de los intereses nacionales y populares.
En el “Modelo Argentino”, Juan Domingo Perón señala que “la intervención estatal ha sido naturalmente escasa (en el liberalismo), porque ello respondía a su propia filosofía, que confía principalmente en la acción privada”, pero “cuando el Justicialismo comenzó a servir al país, nuestra concepción exigió un incremento de la intervención estatal (…) Este procedimiento fue criticado como autoritario”. Para los gobiernos de nuestro signo político el Estado es el “administrador supremo de la felicidad del hombre”. ( LA COMUNIDAD ORGANIZADA ).
Nuestra concepción filosófica rechaza tanto la concepción de un Estado “hormiga”, como la de un Estado “elefante”. Creemos, sí, en la intervención estatal en los principales resortes de la economía para garantizar bienestar y protección al conjunto de la sociedad. Y, que fuera de ese marco, la famosa “redistribución de la riqueza” no es más que demagogia.
Ellos, los defensores del privilegio, quizás lo tengan más claro que muchos compañeros que, lamentablemente, leyeron más a Nicolás Macchiavello o Antonio Gramsci que al propio Perón. De ahí tanta furia. Saben –y ahí tampoco se equivocan- que sólo podrán mantener sus superganancias en un marco de absoluta libertad del mercado.
Por eso apoyamos con fervor no sólo los términos del discurso presidencial, sino que aportamos desde nuestro espacio nuestro máximo esfuerzo a favor de unaintervención estatal que garantice protección, justicia y bienestar a todos los argentinos. Incluso a ellos»

.
Los diputados que adhieren son Adriana Cudós, Marta  Médici, Adriana Toloza, Daniel Rodríguez, Juan José Cantiello, Graciela Rolandi, Fernando Navarro, Ricardo Gorostiza y Sandra Cruz, y Alfredo  Antonuccio.