JUBILADOS ARGENTINOS :Volvieron a reprimir a los jubilados. El despliegue de Prefectura fue sobremedido.-
25 DE SEPTIEMBRE DE 2025.- Como cada miércoles, los jubilados volvieron a marchar ante el Congreso en reclamo de la recomposición de sus haberes, por la restitución de los medicamentos gratuitos y en solidaridad con las causas de las universidades, las personas con discapacidad y los hospitales públicos. Hubo al menos siete heridos y dos de ellos debieron ser retirados en ambulancias.
En un nuevo episodio de violencia policial, fueron siete las personas que resultaron heridas, y dos de ellas, un periodista y una jubilada, tuvieron que ser retirados en ambulancia. El hecho ocurrió en el cruce de Entre Ríos e Yrigoyen, en el marco de una nueva marcha de jubilados como las de todos los miércoles, frente al Congreso.
“Lo que pasó fue que estaban haciendo un ‘semaforazo’”, relató Gastón Santamaría (35), con su peto blanco de la Asociación Contra la Violencia Institucional (ACVI) y completó: “Entonces, cuando el semáforo se ponía en verde se subían a la vereda, y cuando se ponía en rojo iban a la calle con sus carteles. Y de pronto se puso a avanzar la Prefectura Nacional Argentina junto con la Policía Federal, empujando y golpeando con los escudos y con los cascos también. Hay un chico de hecho que en este momento todavía está ahí, lo están asistiendo”.
El “chico”, vestido de camisa y pechera flúor con un micrófono televisivo en la mano derecha, habría sufrido una contusión al ser golpeado y derribado por la policía. Misma agresión sufrió la otra víctima, mujer de pelo canoso con lentes de sol, que también recibía los primeros auxilios sobre los adoquines cuadrados de la vereda. El incidente ocurrió cuando la marcha empezaba su vuelta a la Plaza del Congreso, recorrido que ya es parte del ritual de los miércoles.
–¿Golpeaban con los cascos? ¿Lo usaban como arma?
–Exactamente. Y también tiraron gases de los que están tirando todos los miércoles, así que había varios compañeros que estaban heridos en su cara”, sigue Santamaría, que sentencia: “El despliegue de Prefectura fue sobremedido. Sin provocación. Ni siquiera estaban cortando la calle; simplemente estaban mostrando sus carteles.
Al pie del Monumento a los dos Congresos, minutos antes de la agresión, se empezaban a juntar jubilados con sus lienzos y carteles. La imagen era de una concentración pequeña pero colorida: había camisetas de Chacarita, Ferro Carril Oeste y Club Sportivo Dock Sud; flameaban banderas de ATE, del Movimiento Evita y de Jubilados de Izquierda, entre muchísimos otros.
En medio de todo, Aurora Cividino (75), jubilada y militante del Partido Obrero, se sentaba en una silla plegable de la que necesitaba ayuda para poder levantarse. “Es que me andan mal las piernas”, sonrió, y pidió cambiarla de sitio cuando entorpece el paso a los discursos.
“La situación está muy jodida porque hay jubilados que están trabajando”, cuontó Cividino: “Y no pueden resignar ese pequeño trabajo porque si no, no comen. Yo por ejemplo, que cobro un poco más de la mínima, este mes pagué el alquiler, las expensas, impuestos y quedé con $43.000 para llegar hasta el mes que viene. El que cobra la mínima no sé cómo hace; se muere literalmente de hambre. La realidad es que al capitalismo, como no producimos, ya no le servimos. Nos quieren muertos, es terrible”.
Al empezar la vuelta a la plaza, cerca de las cuatro de la tarde, ocurrió la represión de Yrigoyen y Entre Ríos. Había un cerco de gente. Apenas afuera del cerco, sobre el pavimento gris de la calzada, se acercaó un hombre en una silla de ruedas de la que asomaba una enorme bandera argentina. El mástil estaba amarrado al respaldo de la silla, y llevaba una segunda bandera con la leyenda “La patria no se vende” sobre el regazo.
“La marcha de hoy vino con una represión brutal de Patricia Bullrich”, afirmó José Enrique Montenegro (62), de la Mesa de Trabajo Municipales de la Ciudad. “Las marchas anteriores han sido más tranquilas, muy pacíficas, a pesar de lo que fue la marcha multitudinaria de las personas con discapacidad, habíamos podido doblegar este atropello de todas las fuerzas de la policía”.
Mientras la marcha continuaba, nuevos efectivos se apostaban y cortaban el paso a la Avenida de Mayo, esta vez de la Policía de la Ciudad. La gente los apuntaba con sus celulares y cantaba “fuera yuta fuera”. Las fuerzas estatales mantenían la fila de escudos, a la vez que pasaban delante de ellas banderas de Argentina y Palestina.
“Lamentablemente las políticas de Milei se está convirtiendo en un genocidio total hacia las personas con discapacidad, y mucho más con los jubilados”, vociferaba Montenegro y continuaba: “Las marchas de los jubilados, de ‘Los doce apóstoles’, son las que iniciaron la resistencia de los miércoles. Nosotros nos acoplamos a ellos para hacer más fuerza, para visibilizar estas cuestiones. Y bueno, también hacer frente con la gente del Garrahan, porque cuando ellos marcharon por salud pública nosotros también lo hicimos, con el convencimiento de que también se vea los padecimientos de discapacidad, de lo que está pasando con las pensiones y todo lo demás”.
Al desconcentrar la movilización, se formaban pequeños corillos alrededor de lienzos y megáfonos, cruzaba una ambulancia, y circulaban los últimos curiosos y rezagados. Uno de ellos, Víctor Maidana (80), vestía una campera marrón y una pañoleta blanca con una foto impresa.
“Falleció mi mujer hace poco”, explicó y añadió: “Eso me permitió volver a marchar. Porque todo el tiempo que estuvo grave, muy enferma, estuve cuidándola. Somos dos nada más. Pero siempre estuve en las luchas populares: contra la dictadura, con las madres, con las abuelas, con los hijos, con los estudiantes…”
Esta marcha de jubilados se dio en el contexto del apoyo a Javier Milei por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la no aplicación, pese al rechazo del Congreso a los vetos de la Ley de Emergencia en Discapacidad, y el escabroso triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, en el que se acusa un total abandono del Estado de políticas de prevención. Todos temas que estuvieron en boca de distintos oradores alrededor de la plaza: hubo gritos contra el FMI, contra Milei y la policía entremezclados con dardos a la CGT y referencias a Italia, Nepal y Palestina.
“Yo no estoy a favor de ponerle el rótulo del sector político”, prosiguió Víctor, que militó en el peronismo junto a Saúl Ubaldini, “porque para estas cosas tenemos que dejar las particularidades de lado. Todos juntos los que tenemos intereses comunes: la defensa de los más débiles, la unidad de la patria… Porque la patria no es solamente un territorio: es una historia, es un porvenir. Y esto es una antipatria.”
La ambulancia venía, después de cincuenta minutos, a recoger a los dos heridos de Yrigoyen y Entre Ríos. Desde ACVI acusan la retención ilegal de otras dos personas por parte de la Policía Federal, una de ellas embarazada de dos meses, que luego fueron liberadas. Esta marcha de jubilados cerró con al menos siete heridos, y se suma a las de todos los miércoles en reclamo de un aumento a las pensiones, la cobertura del PAMI a los medicamentos especiales y el restablecimiento de la moratoria previsional.