Columnistas

"Barac Osama" POR: Hernán LETCHER. Columna de análisis político.

Hace dos años, cuando nacía el primer borrador de lo que hoy es la Revista LID, surgió ante todo un objetivo: crear un nuevo espacio comunicacional, que despegara del planteo de ser únicamente  una publicación zonal más, una de las más de 70 emprendimientos periodisticos  zonales, que llegaron en los últimos veinte años ,  desde la mano de periodistas del conurbano que decidieron dar el « paso cuentapropista» y apostar linealmente a la informacion de su barrio, de su entorno local, sin subvalorar todo el esfuerzo y el desgaste personal que ello significa. Un fenómeno que fogoneó también el retorno de la democracia y que ocupó las necesidades de verse como pueblo en democracia, en esta nueva etapa y que tambien sucedió en Europa occidental,  hace mas de dos décadas, en la medida en la que los territorios recuperaban sus  libertades civiles.

Pero los periodistas que  borroneábamos a LID en el papel , quisimos marcar un horizonte plus ultra y construir además de la crónica sobre la información política local o regional,  un espacio con pluralidad de actores  que coadyudara al proceso de una «transformación», en el mundo de las ideas politicas, para fogonear cambios imprescindibles que necesita el pueblo y , en él , la nueva y  la vieja  generación  politica argentina. La iniciativa de dar una vuelta más a la tuerca de nuestra historia y «repensar el paìs», el el marco del escenario que nos envuelve: hambre el las provincias del noroeste,  fragilidad laboral ante la crisis financiera,  problemas en la política agraria y como hacer para que el país evolucione hacia otra matriz y en el que, por ejemplo,  sea exportador de productos con valor agregado y deje de ser considerado  por las economías desarrolladas en el «status qúo» de un supermercado en materia alimentaria y energética en donde vienen a comprarcon su billetera llena de euros, dòlares o yens.

Todos estos pensamientos  prologan lo que hoy consideramos es un paso más hacia estas metas, con la incorporación de un nuevo columnista al staff de LID, el Sr, Hernán Letcher, quien enriquecerá los contenidos de nuestro proyecto con la justeza de un articulista de primer nivel. Bienvenido.

Sergio Stadius. Director.

Por  HERNÁN LETCHER

Un héroe… Valiente… Todo un Hombre Araña… Capaz de decir que hay que desideologizar las  relaciones internacionales, pero al mismo tiempo,  hacer uno de los discursos con mayor contenido  ideológico y progresista que se ha escuchado de un presidente norteamericano en mucho tiempo…  ¿Utópico?

Parece ser el presidente de las buenas intenciones. Pero todos se preguntan si podrá concretar    esas buenas intenciones… De hecho ¿será así? Hay que admitir lo que ya todos sabemos: en  contraposición a la figura de su antecesor, no es tan difícil tener buenas intenciones. 

Es un presidente capaz de hablar de Derechos Humanos pero no decir nada de la masacre en la franja de Gaza. También puede plantear que la causa de la crisis mundial está dada por la falta de controles del gobierno de su país en la economía, sin siquiera sugerir que claramente se trató de una nueva gran estafa de los poderosos. Se preocupó por hablar sobre la salud de su país, pero solo para referirse a sus costos, algo raro para un “nuevo keynesiano”. O plantear como una falsa opción la disyuntiva entre “nuestra seguridad y nuestros ideales”, pero sin dejar de admitir que su país está en guerra y que están preparados para liderarnos una vez más, a todos nosotros, al resto del mundo. Resulta interesante que haya hablado de derechos humanos, de dignidad, de no favorecer solo a los ricos, todo lo cual conforma un nuevo “significado de la libertad”. Es más, resulta atractivo frente al significado que el neoliberalismo imperial de Bush (y sus antecesores) le había dado durante largos años.

Hijo de musulmanes (con segundo nombre Hussein), mulato y con esposa negra. Muchas transgresiones en las formas. Pero lamentablemente a veces los más transgresores en las formas son los menos transgresores en los fondos.

¿Podrá? Si él no puede, que nos queda al resto de la humanidad… Asume como presidente de la Nación más poderosa del mundo y con un altísimo grado de aceptación.

Barack Obama ha logrado, en parte por capacidad propia, pero sobre todo por incapacidad y agotamiento de la propuesta de Bush, generar expectativas en sectores ideológica y económicamente muy diversos.

¿Cómo puede ser que todos quieran ser como él? ¿Cuál de todos es Obama?

Se me genera la siguiente duda: ¿es posible que Obama sea un nuevo invento norteamericano? Estados Unidos invento a Bin Laden como operación de la CIA para poder intervenir en Medio Oriente en la década del noventa; más tarde fue capaz de “reinventarlo” transformándolo en su nuevo enemigo, un rol que les permitiera justificar la política de seguridad nacional norteamericana con W. Bush a la cabeza.

Podría ser el invento de un personaje que le diera al mundo la sensación de ser “un gran líder” a quien todos puedan elogiar y con un carisma extraordinario, pero para que no cambie nada, o peor aún, para que olvidemos lo que Estados Unidos ha hecho en los últimos años en el mundo, encandilados por este gran orador.

Mi experiencia me dice que cuando sectores tan diversos comparten sus expectativas en una misma expresión, esas expectativas se resuelven siempre a favor de los sectores del poder económico.

En la Argentina los elogios a Obama también están a la orden del día. Quienes siempre defendieron las políticas neoliberales -que sin dudas representaba el candidato Mc Cain-, hoy se han descubierto como fieles seguidores del primer presidente negro de los norteamericanos.

En ese escenario, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió la asunción de Obama en Cuba, en una visita que aunque fue reprogramada en sus fechas, contiene un importante valor político. Fidel, rápido de reflejos, entendió lo simbólico de “la foto” con CFK y mando el mensaje de la integración sudamericana, compartida por la expectativa con el nuevo presidente americano, para los pueblos del sur.

En la política local escuchamos las voces de la oposición, horrorizada por ese viaje. Sorprendente fue escuchar las críticas a CFK por lo aislado que esta nuestro país del mundo, justificando sus dichos en esta oportunidad por esa foto que según ellos “atrasa 80 años”. Igualmente sorprendente ha sido notar en los últimos meses, como CFK planteo en términos teóricos y prácticos, los ejes para enfrentar la crisis: producción, trabajo y consumo.

Para la oposición local y para los medios de comunicación -cada día más dependientes del poder económico-, esos eran planteos terribles pero que se volvían de color rosado cuando salían de la boca de Obama, quien con conceptos similares, hablaba de defender el empleo o proteger a los sectores medios.

Esta oposición ciega, cada día con menos ideas políticas y más planteos cuya característica es solo la contraposición al Gobierno, se desespera por la cercanía del proceso electoral. Cada día resulta más llamativo en la política local, como esa oposición se queda sin discurso. Empiezan a sentir (como les paso en el 2007) que no van a poder inclinar la voluntad popular contra el kirchnerismo.

Y como producto de ese nerviosismo día tras día vuelven sobre sus pasos y resignan cualquier cosa: lo único en lo que no ceden es en el hecho de querer ser candidatos numero uno. Cada uno, sin embargo, sabe que la lucha por ese lugar puede darse solo con ciertas condiciones sociales. Es por esto que a Lilita Carrio le preocupa que lleguemos a las elecciones : cree que CFK sufrirá varias “operaciones” que quizás terminen con su mandato, y entiende que en ese escenario no sería ella la figura de recambio. El duhaldismo, en cambio, cegado más por la sed de venganza (única razón que ha unido nuevamente a su jefe con Felipe Sola) trabaja para el conflicto social, que con conocimiento de causa, entiende que tendrá que ver con el hambre y con los problemas de vivienda (desalojos o tomas de tierra). Sabe que, en ese escenario, será probablemente el beneficiario directo, como ha pasado hace algunos años atrás.

Nuestro proyecto, encabezado por Néstor y CFK, aun con todas sus contradicciones, continua retomando las banderas de lo nacional y popular, de la dignidad de la persona, zigzagueando entre las especulaciones de quienes deberían defenderlo con convicción en la calle y quienes realmente lo hacen.

En definitiva, el tiempo juzgara quienes han sido como el «Ob/sama» que mantenga las cosas como están y cristalizando expresiones locales del imperio y quienes han sido el Barack Obama transformador. Ese de los sueños de dignidad, pero plasmados en la realidad.

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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