INDUSTRIA NACIONAL : Tres vehículos producidos en Argentina dejarán de fabricarse.-
29 DE JUNIO DE 2025.-La industria automotriz argentina se prepara para una reconfiguración que podría modificar la actual relación entre vehículos nacionales e importados.
Hoy, el 44 % del mercado está compuesto por modelos fabricados en el país y el 56 % proviene del exterior. Sin embargo, esa proporción podría cambiar entre 2025 y 2026, ya que tres vehículos producidos en Argentina dejarán de fabricarse, mientras que apenas uno nuevo será incorporado al circuito industrial.
Uno de los cambios más significativos será la salida del Volkswagen Taos, que dejará de ensamblarse en la planta de General Pacheco a partir de julio. Aunque el modelo continuará disponible en el país, lo hará como producto importado desde México, con una leve actualización estética.
En paralelo, en la planta de Santa Isabel, Nissan pondrá fin a la producción local de la pick-up Frontier, que también será traída del exterior desde 2026. La tercera baja será la Renault Alaskan, que no solo se despide de las líneas de montaje, sino también del mercado, ya que no tendrá continuidad en su versión actual.
Como contrapartida, el único lanzamiento confirmado de producción nacional es la Fiat Titano, la primera pick-up de una tonelada que la marca fabrica en Argentina. Desde hace semanas se produce en la planta de Stellantis en Córdoba, y su presentación oficial será inminente. La automotriz proyecta alcanzar unas 15.000 unidades en lo que resta de 2025 y llegar a 45.000 vehículos anuales en 2026, lo que representaría alrededor del 2 % del mercado automotor total, si se mantiene el volumen de patentamientos.
La salida de estos tres modelos representa un retroceso en términos de industria local: Taos, Frontier y Alaskan sumaron más del 5 % del mercado durante 2024.
En contraste, el ingreso de Titano compensa solo parcialmente ese vacío. La diferencia podría ampliarse si no se acelera la producción de la camioneta conocida como Concept Niágara, que Renault comenzaría a fabricar recién a mediados de 2026, aunque todavía no hay cifras confirmadas de su volumen.
Más allá de la pérdida de participación, los fabricantes aseguran que estos movimientos permiten preparar el terreno para futuras actualizaciones sin necesidad de nuevas inversiones locales. En el caso de la Frontier, por ejemplo, el traslado a México facilitará que las renovaciones futuras lleguen más rápido al mercado argentino. Mientras tanto, el consumidor deberá adaptarse a una oferta con menor presencia nacional, al menos durante los próximos dos años.
El escenario deja en evidencia un proceso de transformación con efectos inmediatos: menos producción argentina y más dependencia de importaciones, a menos que las nuevas apuestas como Titano y Niágara logren posicionarse con fuerza.
El resultado final dependerá de la respuesta del mercado y de la estrategia que adopten las terminales para sostener su competitividad en un contexto de cambios estructurales.