Política

Senado nacional: El gobierno está dispuesto a debatir otro sistema electoral

Senadores del Frente para la Victoria y aliados firmaron ayer el dictamen mayoritario en apoyo del proyecto oficial de reforma electoral y dieron vía libre para que la iniciativa pueda ser debatida en el recinto la próxima.

 

 

Randazzo habló de boleta única y voto electrónico, pero defendió el actual sistema de votación.

 

 

 

 

 

 

 

 

Senadores del Frente para la Victoria y aliados firmaron ayer el dictamen mayoritario en apoyo del proyecto oficial de reforma electoral y dieron vía libre para que la iniciativa pueda ser debatida en el recinto la próxima.

 

Allí concurrió el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, a exponer los principales puntos de la iniciativa. Además, ante la consulta de los legisladores de la oposición, el funcionario aclaró: «No estamos cerrados a ninguna discusión, ni de la boleta única, ni del voto electrónico, ni del actual sistema, que funciona muy bien».

 

Randazzo expuso ante legisladores de la comisión de Asuntos Constitucionales las razones por las que en el futuro quedará eliminado el DNI en formato libreta para votar y su reemplazo por una tarjeta que cumplirá con igual función.

 

El funcionario aseguró ante preguntas de opositores que el gobierno todavía «no se pronuncia ni cierra la discusión sobre el voto electrónico ni la boleta única», aunque señaló: «El sistema electoral argentino funciona muy bien, como lo está haciendo».

 

El proyecto de ley que el Senado quiere debatir la semana venidera ya tiene media sanción de Diputados.

 

Randazzo eludió toda definición sobre la posibilidad de que el gobierno tome en sus manos algunos de las nuevas formas de voto y señaló que «en este tema no existen verdades reveladas. Algunas parecen buenas, pero también tienen desventajas y hay que estudiarlas bien y debatirlas antes de introducir cambios».

 

El ministro zanjó la cuestión pese a la insistencia de radicales y del Frente Amplio, con una expresión sin apelaciones: «En todo caso este no es el tema que estamos tratando».

 

Las principales críticas fueron presentadas por los radicales Luis Petcoff y Mario Cimadevilla, los del FAP Norma Morandini y Rubén Giustiniani y las PJ federales Sonia Escudero y Liliana Negre.

 

Randazzo recordó que el cambio de documentos de identidad se produjo en 2009, cuando se decidió la emisión de dos documentos simultáneos, una libreta y una tarjeta, en razón de que esa reforma se produjo en ese año electoral y que ello hubiera necesitado una aprobación parlamentaria y porque «existían dudas sobre la recepción que iba a dar la población a las tarjetas».

 

El ministro señaló que las ventajas que tendría la tarjeta «no justifica los grandes gastos del Estado que produjo la elaboración de la libreta», al tiempo que el sistema «es mucho más moderno, más práctico y tiene la posibilidad de incorporar nuevas tecnología, como los chip de información».

 

Aseguró que en la actualidad se confeccionan 50 mil tarjetas por día y desde el 2009 ya se encuentra en circulación unas 15 millones de tarjetas, en la perspectiva de cubrir la totalidad de la población en los próximos años.

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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