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La Celac llama a la integración regional impulsada por Lula.

 

 

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, recibe al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el inicio de la cumbre de la CELAC, hoy en Buenos Aires.

Los representantes de los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) han recibido este martes con un aplauso unánime el retorno de Brasil al foro regional, después de que el entonces presidente Jair Bolsonaro retirase al país del mismo en 2020. “Una Celac sin Brasil es una Celac mucho más vacía”, ha dicho el presidente argentino, Fernández, en la apertura de la VII cumbre del bloque celebrada en Buenos Aires. Tres semanas después de asumir la presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva fue la estrella de un encuentro en el que se buscó impulsar la integración de países que atraviesan múltiples crisis políticas y económicas. La violenta represión de las protestas en Perú, la ausencia del venezolano Nicolás Maduro y la tensión por el futuro de Mercosur marcaron también la cita continental que concluyó con la elección de Ralph Gonsalves, al frente del pequeño estado caribeño de San Vicente y Granadinas y aliado del régimen de Daniel Ortega, como nuevo presidente pro tempore del organismo.

En sus dos anteriores presidencias, Lula aumentó el peso político de Brasil al tender puentes entre países emergentes y naciones industrializadas mediante el grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y promover foros latinoamericanos como Unasur y Celac. Ahora, desde Buenos Aires, Brasil ha renovado los llamamientos a la integración regional, pero ese deseo choca contra una gran diversidad de agendas nacionales.

Lula da Silva y Alberto Fernández proponen crear una moneda común

“Brasil está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes, con un sentido muy fuerte de solidaridad y proximidad”, declaró el mandatario brasileño en su discurso en la Celac. “Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la Celac”, agregó.

Un día antes, en el marco de la primera visita oficial de Lula en su tercer mandato, Brasil y Argentina anunciaron una ambiciosa agenda de integración financiera, energética y tecnológica que marca un cambio de rumbo tras las desavenencias de los últimos años entre Fernández y Bolsonaro. Sin embargo, está por ver si la sintonía se mantiene con el sucesor del presidente argentino, que será elegido en las urnas el próximo octubre.

Crisis en Mercosur

El mayor obstáculo en el horizonte para la integración que promueve Lula está en la negociación de un acuerdo de libre comercio entre China y Uruguay. El uruguayo Luis Lacalle Pou busca un acuerdo bilateral de libre comercio con el gigante asiático, algo prohibido por el Mercosur, que obliga a sus integrantes —Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay— a negociar de forma conjunta con países ajenos al bloque. Ha decidido avanzar por su cuenta tras las dificultades del bloque para cerrar acuerdos comunes significativos, como el negociado durante dos décadas con la Unión Europea, que fue cerrado en 2019 y está pendiente de ratificación.

Mercosur será el tema central de la reunión que mantendrá mañana Lula con Lacalle Pou en Montevideo. El presidente uruguayo defiende que la negociación bilateral con China no está reñida con su pertenencia a Mercosur y que una vez alcancen un acuerdo ofrecerán a los demás integrantes del bloque sumarse a él. “Si es con Mercosur mejor, a nadie escapa la fuerza que puede tener”, declaró en rueda de prensa Lacalle Pou. El mandatario defendió que “Uruguay necesita abrirse al mundo”, en una crítica velada a las políticas proteccionistas de sus vecinos Argentina y Brasil.

Ante los llamados a la integración regional encabezados por Lula, Lacalle Pou lanzó un órdago en la Celac: “¿No será momento de sincerar estas relaciones y que desde la CELAC se impulse una zona de libre comercio […] desde México hasta el sur de América del Sur?”. Lacalle Pou instó a los gobernantes a pensar en proyectos de integración que dejen de lado las ideologías porque, de no ser así, serán “de corta vida”.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró el cambio de rumbo después de años en los que la voz de América Latina ha sido “cada vez menos escuchada”. Para Petro, la crisis climática ofrece una gran oportunidad para crear proyectos regionales, dada la importancia de la selva amazónica, el mayor pulmón del mundo, para combatirla y la capacidad de muchos países latinoamericanos para generar energías limpias que contribuyan a la descarbonización de las economías mundiales.

La convocatoria de jefes de Estado en Buenos Aires ha sido finalmente menor a la esperada, con importantes ausencias, como la del presidente de la segunda economía latinoamericana, el mexicano Andrés Manuel López Obrador. Maduro desistió de viajar a última hora por razones de seguridad, en medio de protestas convocadas en su contra y el rechazo expresado por la oposición argentina. Sin Maduro, el número de manifestantes a las puertas de la sede del evento no superó el centenar.

Entre los 13 mandatarios presentes están los citados Lula da Silva, Lacalle Pou y Petro, el chileno Gabriel Boric, el boliviano Luis Arce y el cubano Miguel Díaz-Canel.

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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