Gremiales

Pablo Micheli : El titular de la CTA salió al cruce del discurso de Cristina Kirchner:

El secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos, Pablo Micheli dio a conocer una nota en la que responde al último discurso de la presidente, Cristina Kirchner señalando entre otros puntos que es falaz, que sean los aumentos salariales los que puedan generar inflación. Al tiempo señaló, que la escalada de precios no tiene otra autoría que la de los grandes grupos económicos y las decisiones políticas del gobierno nacional, empeñado entre otras cosas, en seguir siendo “un pagador serial” de una deuda externa ilegitima, que ni siquiera fue auditada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los aumentos otorgados en el 2013 se hicieron agua y con nuestros salarios se escapan de las manos, haciendo que muchos trabajadores ni siquiera puedan llegar a mediado de mes. Es resultado de la brusca devaluación del 35%, la inflación que crece a pasos agigantados y que se palpa cotidianamente en las góndolas del supermercado, la suba transporte público o privado, alquileres e impuestos

 

Ante este panorama de ajuste salvaje y planificado, no podemos ir a negociar en las paritarias aumentos salariales menores al 35%, ni un Salario Mínimo, Vital y Móvil inferior a $8.500 tanto para trabajadores del sector privado, como del sector público nacional, provincial y municipal. Estos últimos en algunos casos perciben salarios inferiores a los $1500 mensuales.

 

Es falaz que el aumento salarial genere mayor inflación.

 

La riqueza producida por los trabajadores es dos veces y media mayor al salario que se nos paga. Por lo tanto, la estrategia de poner techo a los reclamos salariales responde al objetivo de maximizar las ganancias de las empresas que sólo dejarían de percibir el equivalente de 40 minutos de utilidades por cada jornada laboral trabajada.

 

El Gobierno Nacional ha pedido en diferentes oportunidades, que los trabajadores sean responsables al momento de reclamar aumentos salariales en el marco de las paritarias. Esta estrategia apunta a anclar el salario como una medida más para intentar contener la inflación instalando la mentira de que el aumento de los sueldos es inflacionario.

 

Se oculta que la inflación es autoría de los formadores de precios, grandes empresas que concentran la actividad económica y, sobre todo de una devaluación que surge como respuesta a una baja de reservas que fue de US$ 52.600 millones en 2011 a US$ 28.000 en la actualidad. Esta reducción en las reservas fue ocasionada en gran medida por la vocación de «pagador serial» del gobierno -según confesión de la Presidenta- de una deuda que jamás fue auditada y se cargo en las espaldas del esfuerzo del Estado pese a si ilegitimidad.

 

El problema de fondo es la concentración y extranjerización de la actividad productiva. Dos años han pasado desde la asunción al cargo por segunda vez de la Doctora Fernández de Kirchner y los datos oficiales avalan lo que venimos afirmando. Este modelo no ha modificado la estructura productiva-económica instalada desde el golpe del 76. Y las grandes empresas, mayoritariamente extranjeras, siguen concentrando la actividad económica y la riqueza. Estos grupos económicos son los mayores beneficiados por la inflación. Mientras tanto son nuestros jubilados los que pasan miseria y el Estado no hace más que financiarse permanente con las arcas del ANSES.

 

Se está tratando de usar esta mísera suba del 11,31% a los jubilados como parámetro y contrapeso de las negociaciones paritarias que se vienen. Y encima, se le pide a los gremios que sean serviles al Gobierno. El año pasado, cuando la pérdida de valor adquisitivo de los ingresos no fue tan grave como la actual, se otorgó a los jubilados un aumento aproximado del 15% y en el 2012, el incremento fue alrededor de un 17%. En este marco devaluatorio con una inflación mayor al 30%, lo que “se vende” como un aumento a los jubilados no es más que parte de la batería de ajuste que se ensaña con los bolsillos del pueblo trabajador.

 

Las grandes empresas formadoras de precios, los exportadores de actividades extractivas y el Estado Nacional utilizan a la inflación como mecanismo de ajuste. Recortan los ingresos a empleados en relación de dependencia, trabajadores autónomos, jubilados, beneficiarios de planes sociales, estudiantes que reciben becas, a las asignaciones familiares entre otras. Al tiempo, licua los ahorros del minoritario sector de la población que logró ahorrar confiando en el Peso Argentino.

 

Los grupos económicos, “verdaderos ganadores” de la década K, a pesar de los inmensos beneficios obtenidos, que levantaron en pala sus ganancias -para decirlo en «criollo»- no han invertido en aumentar la cantidad y calidad de la producción acompañando el crecimiento de la demanda. Nos dejan un país con rutas intransitables, transporte ferroviario en ruinas, un alto déficit energético que significa cortes constantes de luz, gas y recursos petroleros que no alcanzan para abastecer el mercado interno.

 

Por lo anterior concluimos señalando una vez más que afirmar que un aumento salarial es inflacionario es la mayor mentira que hemos escuchado.

 

Es por eso que vamos a salir a la calle, a pelear en cada barrio, en cada ciudad, por lo que es justo, por lo que nos corresponde y no vamos a dar el brazo a torcer. Sabemos que plata hay y que el problema es la desigual distribución de los recursos.

 

Desde la Central de Trabajadores de la Argentina exigimos:

 

• Aumento salarial del 35 %. • Salario Mínimo Vital y Móvil de $8.500. • 82% Móvil para los jubilados. • Aumento jubilatorio de emergencia. • Jubilaciones mínimas y planes sociales iguales al Salario Mínimo, vital y móvil. • Prohibición de suspensiones y despidos por un año. • La conformación de un plan anti-inflacionario concertado por una mesa de diálogo con los actores políticos, sindicales, sociales, y productivos con representación real de nuestro país. • Derogación de la Ley Antiterrorista. • Libertad a los presos políticos».

 

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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