Camaño, : "La Ley de Medios es un negocio para TELECOM.
Ási lo afirmó, la diputada y presidente del PJ San Martín. La legisladora ue increpada en medio del debate tras cruzar muy fuerte el proyecto oficialista. Dijo que el artífice de la norma es el titular del Comfer, Gabriel Mariotto y que «es un negocio para Telecom». El comienzo del debate de la Ley de Medios ya generó un primer escándalo en el Congreso. Todo comenzó cuando tenía la palabra Graciela Camaño, esposa de Luis Barrionuevo, y comenzó a criticar el proyecto kirchnerista.En ese momento, un asesor de la diputada oficialista Victoria Donda le gritó delante de las cámaras: «Andá a buscar el cheque de (Jorge) Rendo».
En su alocución, Camaño había señalado: «No estoy a favor de esta ley, le he encontrado muchos errores» y manifestó su coincidencia con el legislador del PRO Federico Pinedo, quien propuso una reunión de Labor Parlamentaria para que los presidentes de bloque acuerden una metodología de debate.
La diputada apuntó directo contra el titular del Comfer, Gabriel Mariotto, al que calificó como «el artífice de la ley».
Sobre la iniciativa, dijo que es «la primera vez que veo tanta falta de respeto por el Poder Legislativo», y anticipó que el articulo 24 «perfora la ley de bienes culturales».
En otro tramo, criticó que el directorio tenga 38 miembros a los que se obliga a reunirse al menos dos veces año. «¿Esta gente nos va a informar de lo que pasa?, ¿cómo van a hacer?», se preguntó
Luego apuntó hacia el artículo 25 inciso 2, donde se habla de las telefónicas. «Este artículo tiene nombre y apellido y no es Telefónica. Es un negocio para Telecom», lanzó Camaño.
También, dijo, criticando otra parte de la ley, que va a provocar «una avalancha de juicios contra el Estado». «Hemos estado viendo cómo se consolidan los monopolios, y ahora los vamos a indemnizar. Este articulo nos va a costar a los argentinos mucha plata», opinó.
Luego habló directamente del Grupo multimediático: «Clarín es un monopolio porque nosotros se lo permitimos. Un gigante como Clarín existe no por un deseo de Dios sino por una pésima aplicación de la ley».
