Gremiales

Antonio Caló: » Somos la verdadera CGT»

Con un fuerte mensaje de apoyo al Gobierno nacional, un centenar de sindicatos antimoyanistas eligieron a las nuevas autoridades de la CGT Belgrano con Antonio Caló como único secretario general.

Los gremios que se juntaron en oposición a la conducción de Hugo Moyano, quien quedó al frente de su propia CGT, llevaron a cabo su acto en el estadio de Obras Sanitarias, en el barrio de Núñez, que comenzó bajo el mando de Viviani y Juan Belén, secretario adjunto saliente. Luis Barrionuevo y su CGT Azul y Blanca decidieron no participar.

Con el aval de 18 de los 35 miembros del Consejo Directivo que antes lideraba el camionero, el congreso cegetista reunió a 1427 congresales de 102 organizaciones sindicales. La lista única que encabezó Caló obtuvo 1424 votos. Los tres restantes se contabilizaron en blanco.

Desde temprano unas cinco mil personas que acompañaron a sus dirigentes se agolparon frente a Obras Sanitarias, sobre la avenida Libertador, para hacer sonar los bombos y flamear sus banderas. Mientras los congresales se acreditaban en los patios que rodean al estadio cubierto y los popes definían los últimos lugares del consejo, afuera saciaban la sed y las ansias con gaseosas y aguas, cientos de constructores, estatales, sanitarios, ferroviarios, colectiveros, taxistas, farmacéuticos, docentes, metalúrgicos y marinos mercantes, entre otros.

A las 13.15 se habilitó la presentación de listas opositoras e impugnaciones. A las 13.25 se comenzó a votar. Uno tras otro, durante casi dos horas, los congresales formaron filas hasta llegar a las mesas de votación, donde les entregaban un sobre firmado para luego ingresar a las 15 garitas, que oficiaron de cuartos oscuro. Minutos antes del final del comicio, los organizadores permitieron el ingreso de sindicalistas a las tribunas laterales y la opuesta al escenario, que desbordaron la capacidad permitida. Se lucieron las banderas amarillas flúo de la Uocra, los bombos con luces de led de UPCN y las trompetas y trombones de los taxistas. Por momentos, las hinchadas coincidían en un cánticos: «Aquí está, aquí se ve, hay una sola cegeté».

Terminado el escrutinio se dio paso a la proclamación de Caló y de la nueva cúpula. Bajo el lema «Unidad, solidaridad y organización», los sindicatos antimoyanistas acordaron un documento de cinco carillas donde asentaron las propuestas y exigencias para el desarrollo de un «proyecto nacional». El encargado de leer la proclama fue Héctor Daer, flamante secretario de Prensa de la nueva CGT.

• El documento

Respecto del «modelo sindical» resaltaron el «predominio de lo colectivo, por sobre el individualismo inducido por el modelo neoliberal». Prometieron «actuar contra toda degradación contractual de las relaciones laborales» y representar tanto a empleados como desocupados y luchar contra la precarización del trabajador.

Para mantener con vida a las Obras Sociales sindicales propusieron «derogar normas distorsivas del sistema» de salud, excluir a los «actores ajenos» que solo buscan «lucrar» y demandaron a la Nación el «financiamiento adecuado y legítimo» de las prestadoras gremiales.

En el plano económico solicitaron «inversión social» para crear «más y mejor trabajo» y eliminar los «efectos negativos del trabajo pobre». Para lograrlo, plantearon que la jornada legal de ocho horas laborales no sean remuneradas con salarios «inferiores a las necesidades básicas».

Como el moyanisno, también reclamaron la «universalización de las asignaciones familiares, sin topes, ni segmentaciones». Además, exigieron una «suba extraordinaria» de las jubilaciones y la «normalización» de los organismos que manejan los fondos de la seguridad social, con la inclusión de sindicalistas en las estructuras del Estado.

En su pedido más álgido, la CGT Belgrano demandó la eliminación del IVA a los productos de la canasta básica de alimentos y la exención del Impuesto a las Ganancias de «todos» los trabajadores.

Por último, destacaron la política energética que promueve el «autoabastecimiento» y el desarrollo de industrias locales y apoyaron la política industrial de sustitución de importaciones que permiten «obtener recursos necesarios» para que el Estado «afronte sus necesidades», pero que a la vez «consolidan» el empleo y generan «mano de obra intensiva».

• Declaraciones

Para cerrar el acto se encendieron los micrófonos. Primero Viviani, después Rodríguez y último Caló.

«Estamos unidos detrás de un proyecto nacional y popular», agitó el jefe de los choferes de taxis, tras recordar que en 2003 llevaron un petitorio de 24 puntos a Néstor Kirchner, que según dijo, se cumplieron punto por punto. «No desconocemos que faltan cosas, ni vamos a dejar de peticionar para los trabajadores», advirtió con los cachetes colorados. De frente a miles de sindicalistas, alardeó: «Si equivocamos el camino les pido que nos señalen la equivocación porque la única forma de seguir adelante es escuchando a los trabajadores».

Rodríguez definió a la nueva CGT como «genuina» y «legal». Abogó por mantener la «fidelidad» a la doctrina peronista y «trabajar organizadamente» para incorporar más mujeres y jóvenes a los gremios y por profundizar la «formación profesional de los trabajadores junto al Estado y los empresarios» para afrontar los coletazos de la crisis económica internacional. El estatal también advirtió que la central obrera «no permitirá los golpes de las elites que se juntan a conspirar para defender sus intereses» y blanqueó un «respaldo a la Presidente».

Caló asumió el compromiso de «normalizar» las delegaciones regionales cegetistas del Interior del país «sin intromisiones» de los sindicatos de la Capital Federal y aseguró que puertas adentro están «zanjadas» las diferencias entre los sectores que llegaron a armar una conducción «colegiada». «¿Cómo no vamos a defender este modelo si creó millones de puestos de trabajo cuando nos quedábamos sin afiliados?», se preguntó y remarcó: «Cuando veamos que el Gobierno está equivocado, se lo vamos a decir, pero con prudencia». El metalúrgico fue claro al expresar que enfrentará la «responsabilidad de defender este modelo».

Al término del cónclave, Daer anticipó que la CGT alquilará un edificio que perteneció a Página 12 en la calle Belgrano al 600, pegado a la sede porteña de SMATA, para sesionar y aseguró que «no hay prioridades» en los reclamos al Gobierno fijados en el documento. Caló confirmó que esperan un fallo de la Justicia que los habilite a utilizar el logo oficial de la CGT y abrió las puertas al moyanismo y barrionuevismo para «sumarse» a su central. Rodríguez anticipó a ámbito.com que la próxima semana pedirán una audiencia con Cristina de Kirchner.

En el extremo de la mesa directiva. los cronistas de Lider pudieron observar al lider del Suterh, Victor Santamaría, de vuelta de su viaje en la comitiva presidencial a Nueva York, designado en la planilla como nuevo secretario de Cultura. Tambien se encontraban los secretarios generales de legislativos, Norberto Di Próspero, de Comercio, Amando Cavalieri, y los scretarios de los sindicatos de Trabajadoras Domésticas y de Prensa.

De Quilmes, en primera fila, el intendente y secretario gremial de la UOM de su localidad, Francisco Barba Gutiérrez, Hugo Melo, flamante secretario Gral electo en la UOM La Matanza, de San Martín, el secretario Osvaldo Lobato, de Zárate, Francisco Abel Furlan, también elegido en los ultimos comicios generales del sindicato metalúrgico, como secretario de Prensa a nivel Nacional.

De los dirigentes locales de la primera electoral, estaban  presentes Jose Luis Casares, secretario a cargo de la CGT zona Norte y Hmberto» Nito» Bertinat, secretario de los Municipales de Hurlingham . La marinería de la Fundación Azul, cuyo secretario,  Enrique Onmar Suárez, asumía  como responsable de Madio ambientel de la flamante Comisión Directiva, tambien se hizo presente en la primera fila de los votantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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