EN LA PROXIMA EDICION DE LIDER: «Las preolimpíadas en la campaña 2015»
La campaña electoral ganó súbitamente ayer temperatura luego del acto de relanzamiento de campaña de Sergio Massa. La fuerte convocatoria lograda por el tigrense disparó reacciones y desde el kirchnerismo salieron a cuestionarlo con dureza.
El Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, embistió contra el discurso de Massa y consideró que el mensaje fue “estúpido, no dice nada”.
Fernández analizó que el diputado y líder del Frente Renovador, estuvo en la cancha “con el grupo político que lo acompaña” y evaluó que “no es muy difícil” llenar un “estadio en esos términos porque, si no, no puede pretender ser candidato”.
El funcionario nacional descalificó el acto de Massa, al ironizar que no lo vio porque “tenía cosas más importantes como ver a ‘Los Tres Chiflados’ que lo pasaban por un canal de cable”.
El sciolismo también se sumó a la Casa Rosada al desacreditar el pronunciamiento de Massa, quien en la masiva convocatoria que protagonizó, tildó al gobernador bonaerense Daniel Scioli, de “lorito servil”.
El ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, acusó al ex intendente de Tigre de haber tirado “mensajes para la tribuna” sin profundizar “en ningún aspecto”.
“Se deben debatir y explicar propuestas y proyectos y dejar de hablar de cambio y cambio. Tanto Macri como Massa proponen recetas que ya han fracasado, como achicar el Estado y tomar como variable de ajuste al trabajador, al jubilado, a los que menos tienen. Dicen que son el cambio pero no dicen qué es lo que van a cambiar”, lanzó.
Con una fuerte dosis de ironía, también se despachó el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez. “Es evidente que en el estadio de Vélez, estuvimos en presencia de una de las propuestas que pelean el tercer y cuarto puesto. Entre Sergio Massa y Margarita Stolbizer van a disputar esos lugares”, disparó.
Pero Massa no se quedó atrás y elevó el tono para apuntarle a otro de sus competidores. Mauricio Macri. Y ayer denunció que la Argentina del pasado “claramente” se vehiculiza en el jefe de Gobierno porteño, y juzgó que el PRO es un “amontonamiento” de dirigentes.
Casi de inmediato recibió la respuesta del PRO. “No hay rejunte, acá estamos los que queremos y siempre quisimos un cambio, otra manera de hacer política. Nuestro valor es la coherencia, construyendo y dialogando. Sin agresiones y representando el cambio que la provincia y todo el país necesitan”, enfatizó la vicejefa porteña María Eugenia Vidal.
Además, Vidal diferenció al PRO del massismo: “Nuestra forma de hacer política es como hicimos hoy, sin grandes actos sino yendo a donde están los vecinos. A sus casas a tomar mate o tocarles el timbre, o a los centros comerciales con nuestras sombrillas”.
RANDAZZO, RECARGADO
Mientras tanto, el que volvió recargado con sus críticas a Scioli fue el ministro Florencio Randazzo, competidor del mandatario en las Primarias del FpV por la candidatura presidencial.
Randazzo caracterizó a Scioli como un “hombre que viene del menemismo” y pidió a la sociedad que advierta “cómo está la salud, la educación, las rutas y la seguridad” en la Provincia.
El ministro de Interior y Transporte intentó diferenciarse de Scioli al afirmar que mientras el gobernador “irrumpe en la política de los ‘90” como un “deportista famoso”, él es un “militante desde hace muchos años” que cree que es quien mejor “expresa este proyecto” y que está convencido de que el modelo “debe continuar”.
Por su parte, Scioli eludió cualquier respuesta y siguió con su gira por las provincias. Ayer estuvo en Corrientes donde afirmó que “tenemos la gran responsabilidad de construir una gran victoria de todos en el próximo mes de octubre que será la victoria de los trabajadores, de los humildes, de este gran proyecto nacional”.
El mandatario se reunió con intendentes y prometió recursos para esa provincia si es electo presidente.
