Editorial

EDITORIAL : LA DOCENCIA EN LA ARGENTINA… ¿VOCACIÓN O SALIDA LABORAL?

el director de lider con mario oporto ministro educacion provincial MCFaccinora, sum silentio”  ( Trabaja sobre el silencio…)EDUCA LEGISLATURA

El año escolar comienza nuevamente con un grado alto de  conflictividad,con docentes porteños y bonaerenses desarrollando una huelga muy cuestionable,-a 72 horas al inicio del ciclo lectivo ,que analizan extender la medida, mientras el  gobernador, Daniel Scioli, indica que los números no dan más allá que la propuesta del 25,5%de incremento del haber inicial, que llega a «30,1% con los incentivos» y confió en «normalizar las clases».

En el marco de este debate nos preguntamos nuevamente. La docencia en la Argentina, ¿ es una vocación – como lo siguen sacralizado románticamente algunas voces dentro y fuera del sector -, o podemos analizarlo hoy día, (no en los tiempos de la abnegada “Rosarito Vega”mayoritariamente una salida laboral? Y si es asi, ¿porqué los docentes deben tener privilegios diferenciadores de otros trabajadores, que ejercen su profesión de forma directa con personas y que mantienen una relación de ayuda? y apoyándose en la figura del agotamiento mental y fisico “por el trabajo con loS chicos”?algo que se conoce como “ burnout,” mantienen y quieren que se les justifique blandamente los altos niveles de ausentismo y diferencia de otros profesionales , en las mismas instancias de contacto personal como médicos, policías, enfermeras, asistentes sociales, empleados con atención al público, etc?

Históricamente , el trabajo docente ha sido caracterizado como un trabajo femenino debido a que en su mayoría son las mujeres las que se han dedicado a dicha actividad laboral,

aunque existen números estudios que indican que al interior del trabajo docente, persiste una fuerte discriminación res-

pecto de los ¨puestos laborales¨ que ellas ocupan.. Este breve análisis editorial excede, lamentablemente, el alcance de la presente investigación, pese a esto, nos interesa

analizar cómo es la estructura etaria por sexo de la fuerza laboral que se desempeña en el sistema educativo bonaerense. ¿Se puede ser docente sin tener vocación? ¿Por qué está desprestigiada la carrera docente? ¿Por qué muchos igual eligen estudiarla?¿Buscan asegurarse un sueldo?¿Son conscientes de lo que implica enseñar?

Sin duda la última alternativa es la mejor y la que más le conviene a una sociedad en la que todo evoluciona y en la que no se puede vivir de los recuerdos. Más teniendo en cuenta que el mapa educativo sigue creciendo. Según los últimos datos disponibles en el país, uno de cada 20 argentinos ocupados se dedica a la enseñanza y de los 826.536 docentes que se desempeñan en escuelas (un 25,3% más que hace diez años), el 70,7% trabaja en el sector estatal exclusivamente; el 22,1% lo hace sólo en el sector privado y el 7,2% en ambos.Todos estos números no hacen más que demostrar que la docencia -con sus pro y contra-sigue siendo una profesión elegida y que cada año se percibe la necesidad de contar con más educadores que lleguen a las aula

Así lo ven también directores de institutos de formación docente de la ciudad y ayudaron a reflexionar sobre la realidad docente. Veamos. La carrera pasó de tener una duración de 3 a 4 años. La medida tomada con el propósito de

revalorizar la carrera y brindar más herramientas a los futuros maestros provocó reacciones dispares entre los interesados en estudiarla. Es que muchos consideran que por un año menos pueden realizar una tecnicatura.y se encuentran ante una disyuntiva. Mientras que del otro lado de la balanza es sabido que en la mayoría de los casos los docentes comienzan a trabajar mientras terminan la cursada o ni bien se reciben, esto resulta más que tentador a la hora de elegir

«Este año tuvimos una explosión de matrícula con más inscriptos que otros años. Me parece que vienen a buscar una profesión con una salida laboral más que una vocación. Hay un movimiento que habla más de la profesión docente y no tanto de la vocación, menos romántica y más profesional», asegura la directora del Instituto de Formación Docente N°19, Patricia Moreira.

Para ella ha sido un hecho auspicioso debido a que en años anteriores «había que remar para poder abrir un curso «Los chicos eligen menos la carrera por tener un año más,esto genera que aparezcan nuevas alternativas.Se plantea comparativamente una carrera universitaria que tiene un prestigio socia diferente frente a una carrera en donde el egresado es cuestionado»,reflexiona Fernanda Hermida, directora del Instituto Superior IDRA. Esto, considera, «tiene otro punto a tener en cuenta», que es que «los alumnos que ingresan han ido cambiado el perfil en los últimos 4 años».La situación «tiene un giro significativo en respuesta a esta crisis social. Ha cambiado el alumno que ingresa. En primer lugar hay que pensar que años atrás los que comenzaban la carrera lo hacían como una elección a continuación de su formación de nivel medio. Terminaban la escuela secundaria e ingresaban inmediatamente a la carrera docente, lo que implicada un 90% de la masa de alumnos»………..

En los últimos años, asegura Hermida,»ese porcentaje se redujo de manera importante y comenzó a ganar terreno otra franja que esta formada por alumnos que ingresan con una media de 30 años y que eligen esto después de haber recorrido infructuosamente opciones en la universidad .El tema de la vocación es uno de los puntos más debatidos por los especialistas en educación. Adolfo Castro, director del Instituto Terciario Pablo VI , está convencido que la «docencia es una de las carreras donde más seguro podésestar de la elección. Esto se debe a que desde los 3 años la mayoría de las personas están en contacto con los maestros».A lo que Moreira agrega:

Les gusta la docencia», pero agrega que «el hecho de asegurarte un sueldo más la posibilidad de trabajo en una ciudad muy chica en la que se sabe que los chicos que están en 2° o 3° año ya tienen trabajo porque no hay docentes suficientes», también pesa a la hora de la elección.»La percepción desde los últimos años es que este planteo de elección de la carrera por vocación termina siendo un recorte un poco simplista de la situación», considera Hermida. Entiende que «no es ni sólo vocación, ni el apostolado que era antes la educación. La formación docente, la elección de las carreras docentes está atravesada por un sinnúmero de variables. Y esto surge en los últimos años a partir de la crisis que hay a nivel social, que está instalada y la escuela parece ser el espejo en donde rebota todo esto que pasa en lo social».Y así lo saben muchos docentes desde adentro mismo de la profesion, aunque pocos estan proclives a reconocerlo: “ En la última fase del capitalismo, con la gran industria, hay dos procesos que se exacerban, la flexibilización de la fuerza de trabajo, la perdida progresiva de las conquistas de los trabajadores, esto que se condice con el estado nación que se repliega sobre si mismo, estos que hablan de las políticas neoliberales. Esto hace que la juventud no tenga nichos en el mercado de trabajo de acceso protegido. Entonces aparece la docencia como un nicho económico, de protección, de reconocimiento de las conquistas de los docentes. El estatuto docente quedó. Quedó “cascoteado”, pero quedó. Después de la década de los 90, mientras los otros perdieron todos los convenios colectivos de traba- jo, se flexibilizaron, nosotros (docentes) -testimonia María Elena (15 años en la docencia),en un informe de la Beca Bialet Massé , de la provincioa de Buenos Aires , “- paramos la ley de profesionalización docente de Menem, que nos hacía monotributistas. Entonces la docencia quedó un nicho de atracción laboral rápida. La juventud ahora no tenía ni tiene acceso  a un trabajo en blanco, con un aporte jubilatorio, con obra social, entonces que se observa en las capas trabajadoras bajas y los jóvenes. ¿qué se observa? ¿A dónde se van? Al Estado: a la policía, a la milicia, al maestro.

Y dentro de estas opciones para la clase media – que tiene en estabilidad y el consumo la construcción de su ascenso social desde siempre, el maestro aparece como un horizonte posible, ¿me entendes? En un mercado de trabajo que totalmente degradado, esto (la docencia) es un paraíso.”finaliza María Elena, en su reportaje.

La problemáticas que emergen a partir del examen de las condiciones laborales, el medio ambiente del trabajo y las enfermedades asociadas al ejercicio de la tarea docente son impensables desde la mirada apostólica-vocacional.En cambio, “ parecen ser útiles desde la configuración del docente como trabajador asalariado. Harry Braverman , en su “Buenos aires trabajo” dice en su tesis: “la degradación de las calificaciones necesarias del proceso de trabajo (deskilling) y su impacto como hecho social vernáculo: la proletarización docente «. La docencia se ha convertido en una de las profesiones con más demanda laboral. y, a pesar de todos los reclamos, ofrece una remuneración interesante para los días que corren.Pero ser docente no es tarea fácil. Menos desde que  los problemas sociales colmaron las aulas, los padres cuestionan más y apoyan menos, y los educadores no tienen la misma formación que antaño. Ante este panorama, ¿qué se puede hacer? ¿Añorar el tiempo pasado o pensar en una escuela que recupere su credibilidad acompañada por padres y mejores docentes?. Para pensar

 

 

Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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