Política

CARTA ABIERTA A LOS PACEÑOS

Tiempos difíciles pasaron. Este no ha sido un año fácil para nosotros.
El hombre, la mujer, el niño y el abuelo saben de lo que hablo. El momento de las palabras se va acabando. Es necesario, urgente, hacer en vez de decir porque es el Pueblo, sus hombres y sus mujeres, sus hijos y abuelos, los que sienten en carne y hueso las distintas crisis políticas por las que hemos atravesado a lo largo de nuestra historia.
Llegó el momento de hechos, de saber hacia donde vamos, para que el PADRE este tranquilo, sabiendo que el sudor de su frente va a poder llevar el pan de cada día, el cuaderno para su hijo, la ropa y lo que necesite. Para que la MADRE tenga la seguridad de que tendrá lo suficiente para satisfacer las necesidades de la familia. Para que los NIÑOS no tengan otra preocupación que el estudio y dedicarse a crecer como personas de bien. Para que nuestros ABUELOS tengan la tranquilidad de que el esfuerzo de toda la vida no ha sido en vano y puedan vivir dignamente hasta que Dios así lo disponga.
Para eso creo fundamental en esta hora, que todos los sectores de la vida pública se sienten a dialogar, para tratar los temas importantes que hacen a la vida de nuestro País. Vivimos en un País rico, lleno de oportunidades, es hora de aprovecharlas. Porque el tren del crecimiento y la abundancia no pasan todos los días.. Porque en el tiempo de las vacas flacas los únicos que van a padecer son los mismos de siempre, los mas necesitados.
Como paceño quiero dejar en claro que siempre voy a estar del lado de los más necesiten y junto a aquellos que con actitud patriótica levanten la bandera de la Dignidad y la Justicia. No soy de aquellos que abandonan el barco sin antes dar pelea. Mi puesto de batalla es junto al pueblo de José C. Paz. Sé que todos juntos vamos a tener la fuerza para salir adelante. Porque LA UNICA PELEA QUE SE PIERDE, ES LA QUE SE ABANDONA. Y ese no es mi caso.
Se también que el pueblo paceño es un pueblo de lucha. Nadie nos va a decir como tenemos que obrar a la hora de la verdad. Nadie nos puede hablar de lucha y de sufrimientos porque sabemos de lo que hablamos. Y es por eso que siento un inmenso orgullo de que mis padres me hayan llevado por el camino de la militancia en este distrito. Como padre, hijo y hermano, siento hoy más que nunca un inmenso compromiso con aquellos que han depositado su confianza en mi y en los compañeros que desde hace tiempo me vienen acompañando. A ellos mi reconocimiento.

¡Y A TODOS EL MEJOR DE LOS AÑOS!

Deja un comentario