Política

Federico Storani: a un año de la muerte de Alfonsín

Con ocasión de conmemorarse el primer aniversario de la muerte del ex presidente Raúl Alfonsín, y en momentos de realizarse un acto en la sede de la Unión Cívica Radical de San Miguel, hemos solicitado el parecer acerca de su proyección y la vigencia de su pensamiento al ex diputado nacional y ministro alfonsinista, Federico Storani:

¿Qué emoción prevalece a un año de la muerte de Raúl Alfonsín?

La emoción, valga la redundancia, de sentir muy presente la ausencia de Alfonsín. Porque en momentos en que el país necesita de personalidades como la de él, no lo contamos, pero también el compromiso de su legado. La verdad no lo queremos evocar simplemente como un legado, por todo lo que hizo, sino por la vigencia que aún tienen sus ideas y que nos comprometen con el futuro. Por eso rescato de él que era un hombre de profundísimas convicciones, y sobre todo que hacia un culto del diálogo, que creía en la convivencia, en la tolerancia y en el pluralismo como base de un sistema democrático. Y que hace falta en la Argentina cuando hay tanta crispación, tanta confrontación, reservar los denominadores comunes sin que nadie pierda su identidad.

¿Estos valores se pueden recuperar o se está viviendo un momento en la sociedad que no lo permite?

Creo que si se pueden lñlegar a recuperar pero hay que hacer un trabajo arduo, lo que hay que desterrar son las falsas antinomias, las divisiones artificiales, las confrontaciones. Una sociedad compleja como la nuestra tiene contradicciones, y tiene intereses contrapuestos, una de las tareas de la política bien hecha es la de mediar entre los conflictos para encontrar soluciones: la política como arte, como mediación. Pero tenemos que entender que a los argentinos nos costó muchísimo llegar a la democracia y que es un instrumento que nos permite practicar la posibilidad de encontrar soluciones de consenso y es por eso que no entiendo cuando existen actitudes de confrontación y de enfrentamientos artificiales. La Argentina tiene una deuda enorme con la democracia que es, sobre todo, la pobreza, la marginalidad, la exclusión, la flata de seguridad y amparo, la posibilidad de tener una igualdad de oportunidades con una educación pública que sea de excelencia, como en su momento supo serlo, y por supuiesto conservar el espacio integrado con los países hermanos de América Latina.

¿Con Alfonsín se fue el último gran político de masas?

Creo que fue el último grande que tuvo una característica de estadista, pero crea y tengo la esperanza de que surgirán otros con las nuevas generaciones. Los que hemos militado toda la vida lo que recogemos es eso la posibilidad de que la política también es docencia, predicar con el ejemplo como lo hizo Alfonsín, tomar esa posta, sin tener su dimensión, pero abrigando la esperanza que entre los jóvenes pueda existir no uno sino varios como él.

¿A un año de la muerte de Alfonsín la Unión Cívica Radical se encuentra unida o hay muchas diferencias internas?

No, en realidad la Unión Civica está mucho mejor, Nosotros sufrimos un golpe durísimo cunado tuvimos que dejar el poder en forma anticipada en el 2001, con la Alianza, porque constituía una frustración y eso nos puso casi al borde de la disolución. La verdad que la diáspora que se produjo muchos de ellos provenían de origen radical, pero justamente el hecho de haber preservado algunos denominadores comunes y muchas convicciones, ha hecho que el radicalismo nuevamente crezca. Hemos tenido una muy buena acción parlamentaria, tengo que felicitar por ejemplo a Ernesto Sanz, el actual presidente del Comité General del partido por su papel cuando fue presidente del bloque de senadores nacionales, mostrando a un radicalismo que puede ser el radicalismo del futuro, preparado para gobernar, no sólo para ser oposición. En definitiva creo que el partido hoy está creciendo, nosotros buscamos la unidad del partido, para que sea un imán de atracción de fuerzas políticas afines, y como decía Alfonsín constituir el espacio socialdemócrata moderno que es bueno para la Argentina, que haya corrientes de pensamiento, una de las cuales encarna este histórico partido que es el radicalismo.

En este momento el Cobismo está lanzando a Gustavo Posse como candidato a la gobernación, ¿la corriente que responde a Ricardo Alfonsín a quien propone?

No lo se precisamente, pero nos parece que haya uno, dos o tres candidatos es bueno en las medidas que se respeten las reglas del juego para competir por ideas y por proyectos, es mucho mejor que cuando nadie quiere ser candidato. Prefiero tener a varios en la cancha para que después sean los afiliados los que elijan a quien mejor nos representa. Creo que la candidatura de Gustavo Posse es una buena candidatura.

El japonés García en este momento se abrió del radicalismo, ¿Cambia un poco el mapa de la provincia de Buenos Aires?

Es que no es en este momento, hace varios años que viene acompañando el proyecto kirchnerista, por lo tanto se autoexcluye del radicalismo. Nosotros hemos levantado las intervenciones en prácticamente todos los distritos, pero no lo hemos hecho en Vicente López porque él hasta hace muy poco tiempo ha planteado que sigue compartiendo el proyecto político de Kichner, y está en su derecho pero no es nuestro proyecto. Nuestro proyecto es un proyecto de equilibrio y control del poder y es alternativo al de Kirchner, por lo tanto a mi me parece que lo de García en Vicente López es su propia decisión si quiere permanecer aliado a Kirchner. La posición del partido es ser un partido de oposición que brinde una alternativa al kirchnerismo.

Le pido un breve analisis del Congreso, cuando se crítica a la oposición por no poder lograr una oposición homogénea.

El Congreso Nacional ha cumplido también un buen papel, pero por supuesto todavía hay que ajustar porque la oposición, debo reconocerlo, no es homogénea. Hay que buscar una mayor homogeneidad en cuanto a propuestas, no es cuestión de juntarse simplemente para hacer una oposición a quienes hoy detentan el poder, porque eso no construye. Hemos visto en la Argentino que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que hay que hacer es juntarse, unirse, con proyectos. Creo que debemos tener una agenda parlamentaria donde puedan entrar muchos partidos, pero conservando la individualidad. El radicalismo es el bloque de oposición mas numeroso y por lo tanto el que tiene capacidad de aglutinar una oposición con eficacia. Y por supuesto el planteo no es decir no porque no, sino planteando alternativas y las cosas que hagamos estarán bien acompañadas porque eso hace un comportamiento maduro en un sistema democrático

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